miércoles, 11 de julio de 2012

Tribal


  Sigo con mis dedos las líneas que lo forman. Siento las terminaciones nerviosas bajo la tinta, percibo como se estremece casi sin rozarlo... Su concepto se perdió en el tiempo, quizás ni siquiera tuvo oportunidad de llegar a significar algo cuando solo era un dibujo. Pero al quedar grabado sobre su piel se ha convertido en algo. Ahora puede ser lo que quiera. Ahora tiene poder. Lo tiene sobre mí. El poder de no poder apartar de mi mente su tacto bajo mis manos o de engullirme sin remisión en su suave textura.

  Por una parte me siento asustada, pues sigo su intrincado dibujo y no consigo alcanzar el final, me da miedo lo que pueda encontrar. Pero por otro lado es tan intensa la sensación que me produce notar que un simple roce eleva su temperatura y altera la estructura de su dermis contrayéndose y expandiéndose como si de un ser vivo se tratase... que no puedo dejar de pensar en él. En el tribal.

  No se donde me estoy metiendo ni si debo detenerme en algún momento antes de que me absorba el alma por completo y me lamente por mi falta de seso. Pero cuando cierro los ojos solo puedo verlo a él, y recorro una y otra vez con la mirada perdida el cuerpo que lo tiene atrapado. Un cuerpo que parece duro, agresivo e intimidatorio. Sin embargo no es más que una ilusión. Una falaz mentira para que nadie vea en realidad lo dulce que es.

  Y esa dulzura es la que me da más miedo. Más pánico.¿Dónde me estoy metiendo? ¿Tengo que salir huyendo? ¿Debo acabar con todo antes de que sea demasiado tarde? Porque hay más. Hay mucho más que un simple tribal. Hay todo un mundo de enmarañados y extraños dibujos por desentrañar y desconozco totalmente lo que me deparará el ir desvelando sus significados.

  Lo más gracioso es que la mayor parte de lo que he ido descubriendo no me gusta. Más bien me detiene o hace que me plantee que es mejor renunciar. Entonces... ¿qué me está pasando? ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él? ¿En el tribal? Lo único que quiero saber es por qué me siento así. Por qué de repente lo echo de menos. Por qué de pronto no puedo dejar de concentrarme en él. De imaginarlo, de concebirlo, de inventarlo, de sentirlo... De percibir ese tribal.

  Quizás quiera destruirme y empujarme al vacío.

  Puede que no me importe.

  A lo mejor estoy deseando que me devore...


jueves, 5 de julio de 2012


Nada que decir, nada que contar, nada que sentir...


  No la encuentro. La he buscado. Por todas partes. No se si se esconde o si ha salido huyendo. Sólo quería verla. Tocarla. No quería recordar solo sentirla... A veces me gustaría volver a llevarla, pero entonces tendría que borrar lo que contiene y no tiene sentido. Cuando la tengo entre los dedos me deja vacía de sentimientos, como si no tuviera significado ni historia aunque lo tenga.

  Es un verdadero coñazo estar así. Siempre pendiente de un estado mental en alerta. Esperando que salte a la mínima para golpearme con sus inquietudes sin sentido. Me canso. Me canso enormemente de estar así, creando barreras constantes a mi alrededor cargadas de alto voltaje. No permitiendo que accedan a mi verdadero yo.

  Soy buena escuchando a la gente. Tengo un Master. En serio, me lo saqué hace años y he perfeccionado la técnica. Puedo pasarme horas así... tus miedos, tus anhelos, tus anécdotas, tus historias... todo parece que lo asimilo y además me puedo permitir el lujo de aconsejarte acertadamente o no, pero al menos certificar que he oído todo lo que tenías que decirme. Que he puesto empeño. Que te entiendo. Y que te apoyo... Pues puedo asegurar que en un 80% de las ocasiones no me estoy enterando absolutamente de nada o de apenas unos trazos. Sólo tengo que unir esas palabras sueltas hasta conformar una serie de frases con sentido y ya tengo suficiente para saber de qué me hablas. Lo siento. Desconecto. Tengo habilidad para que no lo parezca. No está bien lo se. Claro que lo se. Pero no puedo hacer nada por evitarlo... mentira. No quiero hacer nada por evitarlo.

  ...Pero el 20% restante... No es que te escuche, es que me sumerjo en tu historia, en tu vida, en tu mirada, en tu odio, en tu ansiedad, tu alegría, tu vitalidad... Y absorbo todas tus palabras, me empapo en ellas y se funden en mi piel. Entiendo lo que dices, lo comparto, lo intuyo, te apoyo y te robo la energía negativa que puedas desprender para que cuando termines de hablar conmigo te sientas más livian@. Y ahora la pregunta es... ¿En qué punto me hallo cuando hablas conmigo? No debería importarte porque el resultado será el mismo independientemente de mi estado. El problema es mío y a mi no me parece mal. Forma parte de mi y es un trozo más de los que he aceptado hace poco.

  ¿Serías tú capaz de ser tan sincer@ contigo mismo y los demás? Piénsalo. No seré yo quién conteste por ti... hace rato que desconecté...

  Ah pero esto no se queda aquí no. Hay veces que no es necesario que me cuentes nada. Hay veces que puedo sentirte como si estuvieras en mis huesos, agarrad@ a mis terminaciones nerviosas y participando de manera irracional de tus pensamientos. Eso me ocurre con muy pocas personas. Sólo aquellas que me merecen la pena de verdad y a las que no me importa que me vean como soy.

  Desde aquí te digo que te siento, te apoyo, te admiro, te quiero y estoy contigo aunque no me veas. Pienso en ti y la pena me corta el aire. Pero todo pasará y el tiempo, ese hijo de puta que yo tanto odio, nos recolocará y hará que todo duela un poquito menos.

  Estoy ahí. No me ves... pero te prometo que lo estoy.

  Hoy he perdido la alianza de mi boda... y no me importa nada... A mí también me hubiera encantado conocerla.

  Te quiero mucho.


miércoles, 4 de julio de 2012

Implosión


    Sí, he implosionado. He estallado por dentro. Me he hecho trizas a mí misma pero no me ha sorprendido, más bien lo estaba esperando. Hace dos años andaba diciendo que estaba en construcción pero nunca llegaba a estar terminada del todo. Así que después de esperar tanto tiempo decidí poner una serie de cargas explosivas a lo largo de todo mi cuerpo, esperé el momento adecuado y las hice detonar.

    Me cansé de esperar como siempre me ocurre a que se produjeran cambios en mi vida que me hicieran bien. Estoy cansada, estoy harta de estar siempre mirando las horas y ver pasar el tiempo que no me aporta absolutamente nada, o bueno sí, la angustia de que no se detiene y me acojona el incesante tic tac que me recuerda que cada vez queda menos.

   He implosionado. Ya no soy la misma pero aún así lo soy. Soy una pura contradicción y me he aceptado. Hacerlo me ha asustado y debilitado a un tiempo, pero era necesario para sobrevivir. Soy una persona normal aunque con una línea de pensamiento que se podría equiparar a una carretera de montaña pero con miles de vías de servicios a un lado y a otro. Algunas de esas vías me llevan a otras secundarias, a paisajes nuevos, me devuelven a la carretera original y muchas otras me lanzan directamente al vacío...

  Si pienso en el futuro me bloqueo, si me paro a entender el presente me cuesta continuar y si rememoro el pasado pienso que todo ha pasado como debía, que está todo correcto, que es lo que me ha traído hasta aquí y a pesar de todo no lo querría cambiar...

   Estoy en un punto de inflexión en mi vida pero estoy tranquila. Puedo dormir por las noches, estoy relajada a pesar de mis miedos porque los encuentro racionales y solo me apetece vivir. Porque se puede hacer aunque a veces te sientas sola, aunque haya momentos en los que estés tan rodeada que estés deseando que todos desaparezcan para que te dejen algo de respiro, aunque tu familia esté lejos y eches en falta su cariño, aunque estén a tu lado y odies su forma de despreciarte porque ya se sabe que donde hay confianza da asco, aunque ya no estés con tu pareja y eches en falta su mirada, aunque hablar con ella ya no duela y puedas colgar y sentirte bien porque puedes respirar con normalidad, no te falta el aire, no te has quedado sin oxígeno, no te has muerto aunque lo hayas pensado y deseado mil veces... y todo eso está bien.

  Me gusta descansar la cabeza sobre las manos y hacer como que miro al infinito, pero en realidad no lo hago. Me dejo llevar, me esparzo, me convierto en brisa y siento como se escurre mi alma entre los dedos... Ya no estoy en construcción. He implosionado. Me he convertido en algo...

   Por fín soy yo misma.




lunes, 23 de agosto de 2010

Pin y Pon

Bueno. El otro día me enviaron un correo electrónico por si quería participar en un casting en el que buscaban actores, cantantes y locutores para la próxima campaña de juguetes de navidad.

Claro yo en cuanto lo recibí me puse super contenta y casi me da un pasmo al caer en la cuenta de que no tenía absolutamente nada grabado.
El caso es que cogí la mesa de mezclas, el micro y el ordenata y me busqué unos cuantos anuncios para locutar. Eché del salón a mi sobrina y a mi hermana, apagué el aire acondicionado y me puse manos a la obra....
Unos 5 minutos más tarde ya había terminado. Muerta de calor y con algunas grabaciones mediocres que me harían salir del paso. Así que como ya estaba todo hecho volví a permitirles la entrada a estas dos.
Cuando iba a mandarlo me dijeron:

-¿Y no has cantao?

- Pos no. ¿Tú te crees que yo estoy loca?

Pues sí. Tengo que estar loca porque un minuto más tarde (dios que ràpido pasa el tiempo en mi casa ¿no?) estaba buscando jingles de anuncios en youtube que copiar para poder reenviarlo también.
Y bueno, este es el resultado. En verdad no creo que me cojan, estoy demasiado desentrenada y los anuncios son a nivel nacional pero al menos les he puesto en el mail que si les sirve para echarse unas risas pos guay.
Eso sí. Aún me estoy planteando enviarles el que grabó mi sobrina. La niña psicópata del final no tiene desperdicio.


sábado, 14 de agosto de 2010

Página en construcción

Así es como me encuentro: en construcción. Si alguien fuera capaz de acceder a mi mente lo único que sería capaz de ver es al muñequito de marras martilleando el suelo con cara de imbécil y construyendo... nada. Cada vez que intentas acceder a una de esas páginas que están "en construcción" ves que nunca se produce ningún cambio: el muñequito sigue en su sitio y todo está exactamente igual que la última vez que entraste. Además poco a poco le vas cogiendo manía a la cara de idiota que tiene el pobre muñequito y piensas: "Seguro que la próxima vez ya podré ver el horario de autobuses... o las próximas fiestas del pueblo... o los eventos que tendrán lugar en la ciudad"... Pero no, el muñequito de los cojones sigue en la misma posición absurda, sosteniendo una sonrisa desquiciada y desafiándote con la mirada a que le quites el martillo y acabes con su sufrimiento de una vez.
Pero de repente, cuando ya habías más que olvidado la maldita página, te da por volver a probar y ahí la tienes: una nueva, flamante y preciosa web cargada de datos, nuevo diseño y con la posibilidad de poder opinar sobre todo lo que en ella vaya ocurriendo. Ahora es más bonita y algo más práctica, aunque en el fondo siga siendo la misma. No te puedes creer que al final tuviera razón el muñequito (a quien ahora de una manera algo paranoica echas de menos) y que la página realmente se haya reconstruido.

Pero lo hizo.

Así me siento yo. Por fuera ven a alguien con cara de gilipollas que no para de trabajar, sonriente y a quien no parece que le afecte nada en la vida.

Mentira.

Hubo un tiempo en que me volví gris y ahora me reconstruyo. Simplemente porque quiero sobrevivir.

No se si me volveré más bonita (más bien lo dudo, recordemos que San Judas Tadeo patrón de los imposibles, está bastante ocupado intentando que el pueblo francés acepte a la insulsa Carla Bruni como paradigma de la distinción y la elegancia entre otros quehaceres) pero sí espero volverme más práctica y quizá con el tiempo eso me vuelva más sabia.

¡Ah! Y gracias Sky, seas quien seas. No pensaba volver a escribir, iba a abandonar este blogg como he hecho con todo lo demás en mi vida. Pero para que vean la fuerza que tienen unas palabras. Para mí han sido como una bofetada sin manos.

Ya es suficiente por hoy, no puedo más. Me pasa a veces. De repente me vacio. Me quedo seca. Y no puedo seguir. Dejemos que el muñequito siga martilleando inútilmente y ya veremos que pasa mañana...

miércoles, 3 de febrero de 2010

Objetivo Cumplido

Estoy contenta para reventar por dentro. Por fín aparezco en la dichosa página web como participante del concursito de marras. Ahora lo único que resta por saber es quien será el ganador pero con eso no me hago ilusiones, ni la más mínima. El premio es mucha pasta y se han presentado miles de personas, así que un relato de una página, escrito en el trayecto de autobús hasta mi trabajo y luego corregido en cinco minutillos en mi casa, no creo que sea suficiente para llevarme el gato al agua.
Oye que sería un puntazo no vamos a ir de buenazos ahora, pero tampoco hay que ir de gilipollas, ni yo soy stephen king ni el relato es la continuación de Harry Potter, es un mojón pinchado en un palo para salir del paso y nada más.
Me encanta como me doy ánimos a mí misma.

Mi hermana, o mi cuñado no sé los confundo a los dos, me ha enviado una dirección de correo para apuntarme a unas pruebas de locutora a las que como siempre piden experiencia. Yo creo que me voy a liar la manta a la cabeza, le voy a echar cara y les voy a mandar un mail con alguna pruebecilla grabada por mí y a ver si suena la flauta por casualidad. Porque experiencia como locutora algo tengo pero de doblaje... pfff, si nisiquiera fuí capaz en el curso de terminar de llenar las bocas de los actores. Pero bueno, si no pruebo no gano. Así que ya veremos que pasa. Lo mismo se me olvida y al final no envío nada de nada. No sería la primera vez, ya que empanada es mi segundo apellido.
Me voy. Estoy congelaita perdía porque tengo abierta todas las ventanas, hombre no es que esto sea el palacio de Liria pero yo tengo más frío que el copón.
Ea me voy, ya volveré si tengo algo que decir.

martes, 2 de febrero de 2010

Trastornada

Así me tiene la hebra.

Trastornada.

Pero su significado lo dejo para mí. Al menos de momento. Total, no me conoce nadie así que tampoco creo que importe demasiado.

Me parece a mí que no estoy muy preparada que digamos para escribir en un blog. Que me da vergüenza vamos. Además, de qué voy a hablar, ¿de mi vida? Demasiado complicada. ¿Mi trabajo? Aburrido aunque divertido por las compañeras. ¿Mi familia? ¡Aaaargh! ¿De qué habla la gente en los blogs estos? ¿No tiene su propio nombre en castellano? En fín, soy bastante propensa a divagar.

Podría empezar escribiendo un artículo de opinión sobre sexo... ¡JA! Ni de coña. Me la trae al pairo la verdad.

Ay madre, me estoy comiendo las uñas compulsivamente. Bueno en realidad SIEMPRE me las como de manera compulsiva pero digamos que ahora estoy más rayada que de costumbre. Mi autoestima es tan patética que me he presentado a un concurso online. Y lo único que espero con los dedos cruzados es que publiquen mi relato en la pagina web de la organización del certámen junto con todos los demás que se presentan. Lo de ganar me es indiferente yo sólo quiero verme colgada en la web y hacerle una fotillo con el móvil o imprimir pantalla con el teclado. Sería un puntazo.

Me voy a dormir la siesta, o quizás me ponga a zapinear hasta que me vaya a dormir la siesta... Yo que sé. Qué más da.